Faltan horas para la llegada de un motón de regalos y nuevos artículos deseados o no tan deseados que necesitaremos ubicar en alguno de nuestros espacios (casa, coche, garaje, jardín,…).
Finalmente estos nuevos elementos nos ocuparan espacio en nuestros dominios, lo que conlleva a algo más de desorden, limpieza y menos sitios libres en nuestras casas.
Para evitar parte de este caos y desorden que se produce con la llegada de nuevos elementos a nuestro espacio, hay una sencilla regla que se suele aplicar en estos casos conocida como:
La regla Entra/Sale
El concepto para esta regla es sencillo: “Por cada nuevo elemento que llega a nuestro espacio, otro elemento debe salir”.
Lo ideal que el elemento que salga sea igual o parecido al que entre. –si entramos un aspirador, no sería lógico sacar unas tazas de café… – .
Antes de comprar algo nuevo asegúrate de que no tienes ya uno o si realmente lo necesitas; de nada te vale tener dos licuadoras, dos portátiles, tres teléfonos móviles o 8 cargadores, ya que generalmente no los usarás al mismo tiempo o simplemente, dejarás de usar el viejo por el nuevo.
Cuantas menos cosas tengas menos tendrás que ordenar y limpiar. De nada te vale comprar un libro leerlo una o dos veces en la vida, y estarle quitando el polvo durante 15 años o lo que es peor, que se vaya contigo de mudanza. (Recuerda que hay bibliotecas públicas, librerías de segunda mano, libros electrónicos, …).
Apresúrate a minimizar tu armario antes de que llegue este día.
Seguro tendrás ropa, zapatos o complementos que ya no están de moda (o que ya no te volverías a poner en la vida), ropa que no te sirve o no te gusta –algún regalo de la tía– y finalmente de la ropa que si te gusta y pones habitualmente.
El sistema para realizar esta minimización de armario consiste en crear tres torres:
- Ropa que me gusta.
- Ropa para regalar o donar.
- Basura.
Siguiendo estos tres criterios revisa todo tu armario y añade cada prenda a la columna que corresponda, y luego termina la tarea llevado cada torre a su destino.
Recuerda que si guardas una cosa y no la vuelves a necesitar en menos de un año, te está robando un preciado espacio y algunos casos tiempo.
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